Hacia 1985 Luk desarrolló el doble volante amortiguador DVA, llamado
coloquialmente volante bimasa, double mass flywheel DMF en inglés.
Cada vez son más los constructores de vehículos que instalan un volante
bimasa en el primer equipo de un vehículo. Y esta tendencia continúa
creciendo por su gran utilización en vehículos diesel.
El motivo son las ventajas técnicas que ofrece un volante
bimasa, así como la necesidad de seguir aumentando el confort acústico y
de reducir las emisiones contaminantes de los motores modernos.
La función de volante bimasa es amortiguar las vibraciones producidas por el aciclismo del funcionamiento del motor mejorando el confort de marcha, disminución de ruido y menos esfuerzos a la transmisión.
El volante desarrollado por Luk se compone de una masa primaria 1 unida
al cigueñal donde va la corona del motor de arranque y el dentado para
el captador de régimen (si lo lleva), un disco intermedio 2, unos
muelles de arco 3, una masa secundaria flotante 4 donde se atornilla el
embrague que transmite el movimiento a la caja de cambios. Van unidas
con unas guías que permiten un juego axial y longitudinal de la masa
secundaria y un casquillo o rodamiento en su eje de giro.
El principio de funcionamiento es el siguiente. La masa
secundaria gira solidaria a la transmisión. Cuando el sistema está
embragado, la masa secundaria incremento el momento de masa de inercia
de la transmisión. Como resultado,la onda de resonancia es desplaza
hasta aproximadamente 300 rpm, lo que permite un comportamiento
funcional con ausencia de vibraciones.
Al girar a velocidad estabilizada sobre todo a bajo régimen que
es cuando hay más vibraciónes los muelles absorben las vibraciones y el
los movimientos de acople del embrague ceden haciendo la
salida más suave, por eso los discos de embrague no llevan muelles.
Veamos lo anterior en un video.
Su complejidad de diagnóstico, dificil acceso, fallos en algunos motores y sobre todo su alto precio, le han dado mala fama.
El síntoma típico de fallo del volante son vibraciones producidas
generalmente a bajo régimen (entre 800 a 1800 rpm) variables en cada
motor, hay que estar muy seguro de que estas vibraciones no sean debidas
a algún fallo de motor o otro desequilibrio mecánico.
Otro síntoma suelen ser ruidos al parar o arrancar el motor, hay que
ver si el ruido puede producir fallos posteriores o es uno de esos
ruidos normales que no tienen mayor importancia y ver que no esté
producido por otra causa.